El presente documento es el fruto del análisis de más de 4.200 artículos en torno a micro y nanoplásticos, que han sido revisados por expertos en micro y nanoplásticos como contaminantes en alimentos y en especies animales comestibles
Pero se estiman que de 10 a 20 millones de toneladas de plásticos finalmente acabaron en los océanos.
Alrededor de 300 millones de toneladas de plásticos se produjeron a nivel mundial en 2013 (un incremento del 4% respecto al año anterior)
Hoy en día, los micro y nanoplásticos están ampliamente distribuidos en el medio ambiente. Se pueden encontrar en el aire doméstico y al aire libre, en el agua, los sedimentos, y en organismos tanto terrestres como acuáticos.
En su mayoría estos contaminantes provienen de “plásticos de un solo uso”, artes de pesca, ropa y cosméticos, plásticos agrícolas, pinturas, neumáticos y polvo urbano.
Al ser contaminantes persistentes, la transferencia trófica entre las especies puede llevar a una acumulación biológica. El nivel trófico superior tiene concentraciones más altas que los especies que se sitúan en la parte baja de la cadena trófica.
Estas partículas plásticas llegan a las especies marinas mediante la ingestión directa (microplásticos en suspensión) o mediante transferencia trófica (ingesta de otros animales marinos), llegándose a detectar microplásticos en el tracto gastrointestinal de peces, bivalvos, crustáceos y tortugas.
Uno de los artículos revisados expone que el uso de tripas de pescado para la preparación de piensos animales(p. Ej., Producción de aves de corral y cría de cerdos) podrían tener un impacto potencial en la salud en un futuro.
Solo el alrededor de un 40% de los productos derivados de pescado se destinan a consumo humano, esto quiere decir que industria procesadora de pescado y mariscos desecha un 60% de la materia prima en forma de cabezas de pescado, huesos, piel y vísceras.
Estos subproductos son ricos en nutrientes (proteínas y minerales) y pueden ser revalorizados como ingredientes de alto contenido proteico en alimentación animal. Teniendo en cuenta que el pienso representa entre el 40 y el 50% de los costos de producción animal, estos ingredientes de bajo coste, suponen una alternativa más económica en la alimentación animal.
En la elaboración de piensos, las harinas de pescado se mezclan con otros ingredientes, por lo que no se puede excluir esta vía como fuente de ingesta de micro y nanoplásticos. Sin embargo, hasta ahora no hay estudios sobre la contaminación de animales de abasto a través de la alimentación, ni sobre el impacto en la salud animal o en la calidad de la carne para el consumo humano. Por lo tanto, actualmente no es posible reportar ninguna evidencia al respecto.
Review of micro- and nanoplastic contamination in the food chain – Food Additives & Contaminants